Todo el mundo ha sido testigo de avances importantes en materia de inteligencia artificial, una ciencia con más de 70 años de antigüedad que en la última década ha sido exitosa en salir del mundo científico-académico para lograr llegar a la industria, la sociedad y al día a día. Todo esto ha producido una competencia gigantesca de unas pocas grandes empresas que desarrollan tecnologías de IA por llevar la delantera en los negocios.
Lo anterior no representa nada extraño, pues es la dinámica usual de los negocios y sus estrategias comerciales frente a mercados competitivos, aunque a veces muy concentrados. Sin embargo, en este deseo de liderar la carrera de la IA, estas grandes empresas han invertido no solo en tácticas de marketing apoteósicas, sino que en estrategias de comunicación que no siempre muestran la realidad, sino que evidencian cierta manipulación y/o desinformación.
Existen varios ejemplos donde se evidencia lo dicho. Solo por nombrar algunos casos recientes:
- Año 2017: Google lanza una supuesta bicicleta no tripulada. Posteriormente, se descubrió no solo que era falso, sino que era una “humorada”, mostrando incluso los trucos especiales que se emplearon en el engaño.
- Año 2018: En un evento masivo, Google promociona su tecnología Duplex, un asistente de voz que era capaz de realizar autónomamente reservas a restaurants y peluquería en representación de una persona. Posteriormente, se comprobó que esto era falso y fabricado para la ocasión.
- Año 2022: Estallido mediático internacional por un supuesto ingeniero de Google que “creyó” que estaba interactuando con un chatbot que era sintiente y consciente. Esto fue un hecho no solo falso y con clara intención de manipulación mediática, sino que posteriormente el ingeniero fue despedido de Google.
- Año 2023 (marzo): Carta publicada internacionalmente donde supuestos especialistas y empresarios firmantes, liderados por Elon Musk, solicitaban “una pausa de 6 meses en el desarrollo de experimentos sobre IA”. Posteriormente, se descubrió que todo era un engaño y una estrategia para generar temores infundados de modo de dar tiempo y evitar la “competencia” a un nuevo emprendimiento que estaba liderando Musk, llamado X.AI.
- Año 2023 (noviembre): A raíz del supuesto despido del CEO de OpenAI, Sam Altman, muchos medios nacionales e internacionales, haciéndose eco de aquel, comenzaron a especular e incluso conspirar sobre los verdaderos motivos. La fake new más difundida era relacionada con una supuesta tecnología secreta llamada “Q*” que estaba desarrollando OpenAI y que podría poner en riesgo a la humanidad.
- Año 2023 (diciembre): Google lanza Gemini, un grupo de modelos de IA multimodal que podría ser un competidor importante para OpenAI. Sin embargo, al poco andar de su video demostrativo se detectó que este había sido manipulado y editado para dar la sensación de que todo era real.
Sin desmedro de este y otros eventos acontecidos, nos podríamos preguntar: ¿Por qué estas grandes empresas utilizan estas prácticas? Aunque evidentemente no se puede generalizar a todas las empresas, algunas razones podrían incluir las siguientes:
- Captar inversionistas y financiamiento: En el mundo tecnológico, el atractivo para los inversionistas es un elemento clave. Así, presentar servicios/productos o avances de manera más positiva de lo que realmente son puede generar mayor interés.
- Satisfacer expectativas del mercado: Ante una alta demanda de soluciones de IA, algunas empresas pueden verse presionadas por cumplir esas expectativas, incluso si eso implica exagerar las capacidades de sus tecnologías.
- Competencia en el mercado: Existe una competencia muy fuerte en el área de la IA y los negocios y las empresas pueden sentir la necesidad de destacar sus tecnologías como los más avanzados o efectivos, para ganar nichos de negocio.
- Crecimiento rápido: Las empresas en crecimiento pueden querer mostrar un rápido éxito y expansión para consolidar su posición en el mercado. Esto puede llevar a malas prácticas publicitarias, las que destacan logros de forma exagerada.
- Falta de comprensión técnica en marketing: La IA es un campo complejo, por lo que para los no especialistas puede generar malos entendidos o simplificaciones excesivas cuando los equipos de marketing intentan comunicar las capacidades de las nuevas tecnologías.
- Presión para cumplir con objetivos financieros: Las empresas pueden tener metas financieras y de crecimiento que se consideran críticas para su éxito. Esto podría llevar a estrategias publicitarias más agresivas.
Aunque varias empresas líderes en IA se esfuerzan por ser transparentes en sus comunicaciones, aún existen casos que muestran mucha publicidad engañosa gatillada por algunas de las razones descritas previamente.
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Dr. John Atkinson. Es profesor titular de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez. Director del Magíster en Inteligencia Artificial UAI.